Google+ Bajar y subir de peso ~ Garcia´s Health

18 de abril de 2012

Bajar y subir de peso

Un estudio publicado en la revista científica European Journal of Epidemiology en 2007, demostró que los hombres que subían y bajaban de peso con frecuencia, tenían mayor riesgo de muerte en comparación con los que permanecieron en un peso estable.
A menudo recibo en consulta pacientes que desean bajar de peso. Diría que casi el 99,9% de ellos a subido y bajado de peso más de una vez en el último año, y que ese ciclo (bajar de peso-subir de peso-bajar de peso…) se ha repetido en sus vidas durante varios años; algunos pacientes llevan subiendo y bajando de peso con frecuencia más de una década. No me refiero exclusivamente a personas que tienen problemas de obesidad. Estoy hablando también de los adeptos a la “operación bikini”, de los deportistas de élite que pasan gran parte de la temporada por encima del peso de competición y en pocos meses, incluso en pocas semanas o días deben bajar varios kilos para el pesaje, o culturistas mal asesorados (con sus fases de “ganar masa” y sus fases de “secado”), etc…
¿Por qué pueden haber encontrado los autores dicha relación?:  fluctuaciones en el peso corporal y mayor riesgo de muerte. Me centraré, para no extenderme demasiado, en algunas de las cuestiones que apoyan estos hallazgos.
El tejido adiposo, la grasa, supone un almacen de sustancias tóxicas en el organismo; evidentemente esta no es su única función. Como almacen de sustancias tóxicas, en el tejido adiposo se almacenan xenobióticos procedentes de la dieta, de lo que comemos (pesticidas, herbicidas, PCb’s, dioxinas, etc.), de los tratamientos farmacológicos que hayamos seguido (existen muchos fármacos lipóferos que tienden a almacenarse en mayor o menor medida en el tejido adiposo), de la cosmética que utilizamos (champú, perfume, barra de labios, cremas “hidratantes”, etc.).
Ni siquiera en el mejor de los casos usted está “limpio” de estas sustancias. Aún comiendo ecológico; o  no usando productos que contengan sustancias nocivas para la salud; o  aunque apueste por una medicina preventiva y en casos de abordajes agudos de alguna patología lo haga a través de la medicina natural sin usar fármacos… Nuestros actos como humanos han permitido que esas sustancias penetren en la cadena trófica. No lo dude, usted tiene en su cuerpo sustancias que boicotean su salud.
En 2005, la World Wildelife Fundation, publicó los resultados de su estudio DETOX. El obejetivo del estudio era determinar el nivel de sustancias tóxicas que llevamos en el organismo. Se analizaron muestras de 39 miembros del Parlamento Europeo y 14 ministros de Sanidad y Medio Ambiente de diferentes países europeos. Todos presentaban considerables dosis de sustancias contaminantes de demostrada toxicidad para el ser humano. Entre las sustancias encontradas destacaban: ftalatos, compuestos de perfluoro, bifenilos policlorados, etc.
En el mismo año, el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, publicó el Third National Report on Human Exposure to Environmental Chemicals. En dicho informe los investigadores afirmaban haber identificado 48 sustancias químicas tóxicas en la sangre y en la orina de estadounidenses de diferentes edades.
Por aportar algún dato más, los expertos de la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria en 2005, demostraron que la carne, la leche y sus derivados, representan más del 90% de la exposición del ser humano a sustancias contaminantes como las mencionadas anteriormente.
Todas las sustancias mencionadas, están recogidas en el listado elaborado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud y están clasificadas como sustancias cancerígenas.
El tejido adiposo, especialmente el del perímetro abdominal, es también un reservorio de ácido araquidónico. Este ácido, es un metabolito intermedio de la ruta metabólica del ácido gammalinolénico, más conocido como omega-6, aunque también se encuentra en muchos de los alimentos que probablemente usted consume. Es precursor de un conjunto de hormonas que llevan a cabo funciones de regulación en procesos inflamatorios, regulación de la respuesta inmune ante determinadas infecciones, etc. Es decir, necesitamos ácido araquidónico, la clave es que debe ser en su justa medida. El exceso de ácido araquidónico está relacionado con patologías tan graves como el cáncer, el alzheimer, la diabetes, las cardiopatías, las enfermedades autoinmunes, etc.
¿Estoy diciendo con todo esto que usted no debe bajar de peso? Claro que no.
El diccionario Webster define bienestar como “la cualidad o el estado de gozar de una buena salud especialmente cundo se busca activamente como una meta”. Esto significa que hemos de hacer un esfuerzo si queremos estar sanos. Por tanto, uno de los principales objetivos en ese camino hacia la felicidad, el bienestar, debe ser el de  mantenernos en un peso estable que no suponga un riesgo para nuestra salud.

Cuando decida bajar de peso por el motivo que sea, acuda a un profesional debidamente cualificado. Tenga presente que la movilización del tejido adiposo conllevará una sobrecarga emuntorial, posibles disrrupciones endocrinas, inflamación sistémica, etc. De no ser así, usted estará poniendo en riesgo su salud.  Cuanto más a menudo lo haga, más “boletos estará comprando para que le toque el premio gordo de la lotería.


FUENTE: estudioholisticoantienvejecimiento.wordpress.com
Autor: Jose Ávila

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